suspiros, sonrisas, colores, tú.. y poco más.

Y por más que cante nuestra canción, tú no apareces... y por más que intente olvidarte te veo en mis ojos. Y lo pienso y unas veces te odio, me produces casi asco (¿acaso no será este sentimiento que yo siento lo que yo odie y repudie?); y otras, en cambio, te podría comer, y te amo con cada infinita parte de mi ser. Vuelve, vuelve esta noche a mi cabeza, te invito a entrar, te invito a ser el protagonista de mis sueños. Y, si quieres quedarte, también te invito a ser el protagonista de esta realidad, mi realidad.